Cuando estás a dieta tienes dos opciones:
1- Suprimir al completo tu vida social
2- Mantenerla sin que la comida forme parte de ella
Este fin de semana ha sido muy de vida social por lo que he optado por el punto dos. He asistido a dos acontecimientos en los que estar a dieta se te hace un poco cuesta arriba, ciertamente, pero el verme cada día mejor físicamente, me ha hecho ser fuerte y soportar las tentaciones con muy buen humor.
El sábado por la tarde, asistí a la fiesta sorpresa de una amiga y futura mamá. Imaginaos una mesa repleta de cosas deliciosas para comer (gran mayoría caseras), bebidas fresquitas ahora que empieza el calorcillo (mi reino por una Mixta) y como colofón de todo esto, postres deliciosamente dulces. Buuuuuuuuaaaaaaaaa......ante la presencia de todas estas cosas ricas, supe mantenerme firme y pasé toda la tarde noche con un poleíto doble edulcorado. ¡Qué triste!, pero vamos, que en estos casos lo importante era estar presente y disfrutar viendo la cara de la sorprendida en el grito de: "¡SORPRESAAAAAAAAA!", eso compensa con creces el esfuerzo.
Ayer, es decir, el domingo, fuimos invitados al cumple de un vecinito y claro, ilusamente pensé que total tampoco pasaba nada por no comer gusanitos y patatas fritas pero, ¡si hacemos las fiestas de nuestros hijos como si fuera nuestro cumpleaños! Yo lo hago igual, pero en mi fuero interno deseaba que la fiesta fuera propiamente infantil en cuanto a lo alimenticio. CRASO ERROR, una infinidad de alimentos riquísimos plantificados en una mesa de esas de anuncio (la del Pronto, siempre me quedé con las ganas de escenificarlo.....aunque ahora que lo pienso, nunca enseñaban dónde terminaba estampada la "del paño".....jajajajaja).
Vamos, que creo haber superado con creces mis retos en los fines de semana, y si he sido capaz de vencer todo tipo de tentaciones, ya no hay fin de semana que se me resista.....Bueno, espero que el próximo que tengo la comunión, lo lleve igual de bien que en este (mmmmm, no dejo de pensar en el chuletón que me zamparé ese día....jajajaja).
Ayer tuve un día chungo chungo en alimentación. Opté por prepararme para comer, un plato de acelgas naturales y un pan de proteínas. En resumidas cuentas, una auténtica mierda de comida. Para empezar, las acelgas, a pesar de que las preparé yo, tenían el mismo sabor que debe tener el césped de mi piscina cuando está calentito por el sol.....Arrrggg, qué malas las jodías!! Claro, con media cucharada de aceite, un poco de sal y un poco de ajo en polvo, ¿qué esperaba? Pues eso, un plato de césped calentito. Luego vino el "episodio pan"......¿Recordáis lo que me pasó hace unos días en la guarde del enano? Pues debe ser que mi subconsciente tiene retenido en la memoria la sensación de náusea sufrida con el regusto del pan de las narices. Bueno, pues fue empezar a comer el pan (un único y minúsculo mordisco) y tuve que salir a toda velocidad hacia el cuarto de baño. ¡Jesús! ¡qué mal rato pasé! Total que finalmente, me alimenté con el "pasto" casi engulléndolo para no apreciar en exceso su sabor, y punto pelota.
Creo que junto con la Mousse de Coco, he descartado de mi alimentación el pan de espuma de tapar agujeros: no pienso volver a comerlo.
Imaginad lo poco que comí, que para merendar me atreví con la pseudo-boñiga y, debe ser la costumbre o algo extraño que afecta la zona cerebral del gusto, pero no me desagradó (a pesar de que el riesgo de asfixia seguía existiendo).
Espero que el día de hoy sea más llevadero en cuanto a la comida que el de ayer pero, por si acaso, ...........COMED COSAS RICAS A MI SALUD!!
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